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Por qué amamos procrastinar

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Esta es la situación: sabemos que tenemos cosas que hacer pero no las hacemos. No las queremos hacer. No son lo suficientemente placenteras. No tanto como estar scrolleando por las aguas profundas de la web o por el perfil del crush. Aún así, sabemos que debemos hacerlas, que tarde o temprano tendremos que terminarlas, así que ¿por qué es que las aplazamos tanto y no nos deshacemos de ellas de una vez por todas? Bueno, amamos procrastinar. Amamos desviar nuestra atención hacia otras cosas. La buena noticia es que hay una manera en la que podemos cambiarnos el chip para animarnos a tomar acción 🥳

Siempre estamos tratando de evadir el dolor o de movernos hacia el placer. Y nos sucede con todo. Actuamos de acuerdo a cómo nos hace sentir lo que hacemos.

Así que procrastinar es saber que debemos hacer algo pero no lo hacemos porque hacerlo nos causa “dolor” y al no hacerlo creemos que lo evitamos. Reaccionamos a cómo nos hace sentir en el momento.

Lo interesante es que así como lo asociamos con el dolor, también podemos aprender a asociarlo con el placer y tomar acción será mucho más fácil.

Ya que procrastinar es engañarnos a nosotras mismas y creer que dolerá, entonces, podemos hacer eso mismo pero a la inversa 🔥

Que nos mueva el placer - Truquito mental

Si no estás tomando acción por el dolor que te causa hacer tal acción, empezá a enfocarte en el dolor que vas a experimentar si no hacés tal acción.

Luego, asociá placer y gusto por el resultado que vas a experimentar al hacer tal acción. Enfocate en cómo te va a beneficiar y en lo bien que te hará sentir terminarla.

Esto es un juego de percepción al que tu mente reacciona, cambiá el enfoque y te verás terminando la tarea antes de lo que imaginaste.

¿Por qué es que hacemos lo que hacemos?

Aquí vuelvo a sacar a mención la importancia de tener un por qué realmente significativo para nosotras. ¿Por qué estamos haciendo las cosas? La motivación no estará siempre pero al enfocarnos en nuestro por qué, tomar acción será más fácil porque estamos conectando con el placer y con el resultado que buscamos.

Amamos procrastinar

Sí, lo amamos y luego de superarlo una vez, es probable que volvamos a procrastinar 😅 Pero tranqui, lo importante es identificarlo y aprender a cambiar el enfoque más rápido que antes. Recordate del juego. Esto es un ejercicio de práctica en donde hay muchas maneras de procrastinar y cada quien procrastina a su manera. ¿Cuál es la tuya? Sería bueno identificarla para saber cuándo lo estás haciendo y cómo cambiar el enfoque.

Procrastinar se puede ver como:

  • Revisar redes, correos y qué está haciendo el crush
  • Buscar qué ver en la TV
  • Meterte al tráfico engañándote de que tenés que ir a algún lugar “urgentemente”
  • Llamar a alguien, hablar con amigos del trabajo, textear
  • Ponerte a ordenar o limpiar cualquier cosa (🙋🏻‍♀️ me identifico)
  • Buscar qué comer, qué ponerte mañana, a qué fiesta ir
  • Ponerte a leer cualquier cosa (😅 me identifico aún más)

En cualquier caso,

Si vamos a procrastinar, procratinemos bien

No estamos hechas para trabajar 8 horas seguidas ni tampoco para trabajar en una sola cosa todo el tiempo, somos seres con periodos cortos de atención (cada vez más cortos por las distracciones) que se aburren constantemente 😅  por eso también es bueno tener diferentes tareas o proyectos en los cuales trabajar alternativamente y tomar uno cuando con el otro ya hayamos topado. Uno le da aire al otro.

Cuidado, aquí que no hablo de multitasking, sino de usar un proyecto para descansar del otro y para volvernos a inspirar y recargar.

Sí, bueno, ¿qué hacemos cuando ninguno de los dos proyectos nos emociona y simplemente son tareas pequeñas que DEBEMOS hacer?

A parte del truquito mental de asociar la acción al placer, también te dejo estos otros:

  1. Primero, una mordida a la vez. Pensá en tu proyecto o tarea y descomponela. Escribí pequeñas acciones para llegar a ella y hacé una a una. Una mordida a la vez.
  2. Lo mas difícil es empezar. Activemos la dopamina y usémosla para asociar placer a tomar acción. ¿Qué cosas podés hacer para hacer más placentero el momento en que harás la acción? ¿Música, un cafecito, irte a una terraza?
  3. Eliminá distracciones y tentaciones. Asigná tiempos para hacer esas tareas y durante ese período, alejá todas las distracciones posibles.
infografia de procrastinacion

Amamos procrastinar porque amamos el placer, y siempre podemos cambiar las asociaciones que hacemos hacia él para usarlo a nuestro favor 🙌🏻

Que con esto se termine la amontonazón de tareas pendientes que tenías en la TO DO list y que tu semana empiece bonito. Te dejo este otro blog post de time hacks para millennials que seguro te sirve de apoyo para manejar aún mejor esos pendientes.

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