Claridad y dirección Motivación

Estar perdida es justo lo que necesitas

encontrar claridad

Los millennials estamos aprendiendo a escuchar nuestros sueños de forma individual. Resulta que cuando nos venden la idea de un estilo de vida tradicional ya no se nos mueve nada por dentro, nada más que las ganas de huir.

Pero ese rechazo a la idea nos deja con:

-“Si no es ese estilo de vida, entonces, ¿cuál?”

-“Si no cumplo con ese ideal, entonces ¿qué aspiraciones me quedan?”

Resulta que ya no queremos estar en la carrera de la rata pero ahora estamos medio perdidas sin saber para donde. ¿Sabés? si te sentís así, eso está más que bien.

-“Pero eso es incertidumbre, ¿no?”, me dirás, “no es un feeling muy bonito”

-No, no es muy bonito

PERO

Sólo desde ese feeling, sólo desde esa posición podés explorar, desaprender, cuestionarte y replantearte. Sólo así clarificás. Si no tenés claras todas estas cuestiones, es justo lo que necesitás, estás en el punto correcto para tenerlo claro. Irónico ¿no?

Me explico: cuando estás perdida no ves una dirección, estás desesperada y haces “lo que sea” para vivir “como sea”. Pero hay un punto en donde esa incertidumbre es tan tan taaaan grande que se vuelve más incómoda que el hecho de afrontar la incertidumbre en sí. Y aquí sucede la magia.

Cuando aceptás que estás perdida y que querés ir más allá, empezás a buscar respuestas, empezás a abrirte, a moverte en cualquier dirección pero a moverte al fin. Esto es un proceso y es muy personal pero cuando te montás en este caballo ya no volvés a ser la misma, volvés mejor.

Y entonces, surgen las preguntas del tipo:

-¿Habré nacido con más de una habilidad?, ¿qué más puedo hacer?”

-“¿Por qué no me gusta hacer esto?”

-“Por qué me siento tan bien haciendo esto?”

-“¿Qué pasaría si empiezo a hacer ese blog que tanto quería?” – (Ja! esta soy yo, pero cambialo con lo que tú tanto querías hacer)

-“¿De qué manera puedo aprender a hacer ________ (inserte su gusto curioso aquí)

Ajá, surgen esas preguntas que permiten abrirte y explorar las cosas de otra manera. Hasta no estar perdida, una no se cuestiona muchas cosas. No te voy a negar que a veces podés llegar a sentir que estás perdiendo el tiempo con estas ideas o que no te podés dar el lujo de estar pensando en estas preguntas. Pues dejame decirte que no, no es un lujo. Es tu obligación como adulto hacerte responsable de ti y de tu vida porque es así como estás plasmándote hacia afuera.

¡Ay!, qué duro.

Yep. Pero también es libertad. Tú elegís cómo verlo.

Hacerle frente a nuestro proceso siempre nos dirige al lugar al que queremos estar de forma auténtica, aquí llegamos solamente haciéndonos cargo de nosotras. Y ¡BOOM! Surgen genialidades que ahorita quizá ni eres capaz de imaginar. ¿No te atrae esa idea? ¿no te dan ganas de hacer algo al respecto?

Está bien sentirte perdida, es justo lo que necesitas para moverte a la claridad y poder tomar accion rumbo a tu nueva dirección. ¿Notás esta lógica?

Te invito a celebrar tu incertidumbre, hacela muy tuya, dale la vuelta, jugá, llorá, jalate los pelos, experimentá, pero no la negués y sobre todo, no interrumpás tu proceso. Cuando consigás tu claridad, tendrás las razones suficientes para no parar y cumplir con tu propio ideal. Tendrás metas reales y estarás lista para tener la vida de tus sueños.

Te dejo con la gana de que te cuestionés tus ideales, pensalo un par de días, no perdés nada. Aunque tal vez sí perdás la cordura, te compliqués la existencia y luego me culpés por tu desvelo o inconformidad pero creo que puedo con eso. Será un gusto ser quién te desbarate el día, te mando un abracito 🙃

Ahora, si ya estás celebrando tu incertidumbre, te dejo estos 7 ejercicios para esclarecerte.
Si te da curiosidad descubrir si estás lista para cumplir con tus metas o no, te dejo este quiz en este link.

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